
En la mañana de este martes, el intendente de Gualeguaychú, Mauricio Davico, desató una persecución contra los compañeros de la Municipalidad, con amenazas, vigilancia y la presencia de las fuerzas de seguridad. A la ofensiva de la gestión municipal se suma el hecho de que la Secretaría de Trabajo de Entre Ríos, encabezada por el ministro Ángel Troncoso, declaró ilegal la medida de fuerza, sin embargo los trabajadores en asamblea decidieron continuar con la misma.


El reclamo no es nuevo, la Secretaria Adjunta de ATE Gualeguaychú, Adriana Gómez, explicó que el conflicto se originó por el incumplimiento en la entrega de indumentaria y elementos de seguridad laboral, además del atraso en el pago de un plus salarial prometido desde el año pasado. Ante la falta de respuestas, las y los trabajadores decidieron en asamblea realizar una retención de servicio progresiva, comenzando con dos horas y extendiéndola actualmente a cuatro horas diarias.
El jueves pasado culminó una la conciliación obligatoria sin convocatoria al diálogo real, en otra muestra de alineamiento con esta política antiobrera. “Se planteó sistemáticamente al Ejecutivo que la ropa y los implementos de seguridad se entreguen en tiempo y forma, no a cuentagotas ni desfasados. Son herramientas básicas para garantizar condiciones de trabajo, sobre todo en áreas como Electrotecnia o Vialidad”, señaló Gómez.
El conflicto escaló aún más esta mañana cuando el Ejecutivo municipal decidió responder con acusaciones, amenazas y la presencia policial en la Secretaría de Obras Públicas, en un intento de amedrentar a quienes se encontraban en asamblea. El Secretario General de ATE Gualeguaychú, Alberto Mendoza, remarcó que la intimidación también recae sobre los sectores más vulnerables: “El 80% de los trabajadores de Obras Públicas nos apoya. El otro 20% está condicionado por el miedo, son cooperativistas que cobran 3.500 pesos la hora y contratados por sueldos indignos”.
ATE reitera la vocación de diálogo y exige que se convoque de forma urgente a una mesa de relaciones laborales. La negativa sistemática a recibir al sindicato y a los representantes legítimos de los trabajadores solo agrava el conflicto. “Sentarse a conversar, si los trabajadores siempre estamos dispuestos al diálogo. No entendemos por qué se niegan a recibir a ATE”, enfatizó Mendoza. “Nosotros no somos ningunos delincuentes, solo exigimos que se cumpla lo prometido”, expresó.


