A 25 años de su fallecimiento y en vísperas a una nueva expresión del ¡Ni una menos! con un gobierno que pretende avanzar sobre los derechos de trabajadoras y trabajadores y sobre las conquistas de las mujeres y disidencias; es necesario recuperar su compromiso de clase y visibilizarlo.
Rosalía Figueredo fue delegada hospitalaria de ATE Gualeguaychú, desafuerada y perseguida por la fusiladora. La militante fue cobijada por el Hospital Salaberry, desde donde comienza su militancia social. Durante de su vida sufrió, como muchas, el rigor del sistema patriarcal que, a pesar de sus embates, no logró que se corriera de sus convicciones ni que perdiera su capacidad de amor al prójimo.
“Nos hacemos cargo del valor y el coraje de Rosalía, y de miles de Rosalías que transitaron el camino
emancipador, para que siga siendo así y derrotemos definitivamente la antipatria” (Daniel Parcero, en la Historia de ATE, Volumen 4.)