UNA VEZ MAS ATE, SIENDO ECO DE LAS QUE YA NO ESTAN

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BERENICE, PRESENTE, AHORA Y SIEMPRE!

En cada marcha feminista salimos a la calle gritando NI UNA MENOS, con la esperanza y el deseo que este grito llegue a cada rincón del Estado y que la última víctima sea la última realmente. Y pasan las horas y tenemos una mujer muerta más, pasan exactamente 23 horas y tenemos una mujer menos.

Hoy “le toco” a Berenice, 23 años, mamá, mujer, amiga, hermana, nieta, joven llena de vida. Y de nuevo la justicia le cuestiona a la víctima, que ya no está, que hacía en ese lugar, a qué hora salió de su casa y que consumió.

No solo eso, para sumar más dolor, funcionarios públicos cuestionan y ponen en tela de juicio el consentimiento de las mujeres al momento de tener relaciones sexuales, es que para estos funcionarios parece que nuestro NO no tiene importancia estando bajo los efetos de las drogas, que muchas veces le son suministradas a las víctimas, al parecer si estamos en estado de vulnerabilidad (más), solo sos un objeto donde cualquier persona tiene derecho de silenciarte, golpearte, violarte, y dejarte a merced de la muerte.

De nuevo, la justicia haciendo foco en donde no debe, no importa si te mataron, para la justicia TE moriste. No importa si sufriste dolor, si te violaron, para la justicia VOS no deberías haber estado ahí.

Hoy la justicia nos mira a nosotras, como vestimos, como caminamos, hasta cómo miramos, si vamos solas o acompañadas, y ahora si consumimos drogas o no.

A la justicia habría que avisarle que ser adicta o no, no nos aleja del derecho a ser libres, a vivir, a que no abusen de nosotras. Aún más, en ese estado de vulnerabilidad, el abusador sigue siendo abusador.

Nadie tiene el poder de decisión sobre nuestro cuerpo, nadie tiene derecho a abusar de nosotros,  porque entramos a una casa por voluntad propia.

Volvemos a gritar desesperadas, desgarradas de dolor porque nos siguen matando y culpando de nuestra propia muerte. Siguen decidiendo a quien juzgar y a quien no, y nunca está a nuestro favor.

Hoy el estado desaparece poco a poco para garantizar los derechos de las mujeres y diversidades, y como si fuera poco, aparecen funcionarios públicos hablando sobre si nuestro consentimiento vale o no.

El cuerpo de Berenice ya habló, la golpearon, la violaron y le suministraron tantas drogas que la mataron, le hicieron pasar dolor y humillación hasta el último minuto de su vida, y cada uno de los responsables tiene que ser condenado.

Seguimos gritando por las que nos arrebataron y no vamos a descansar hasta encontrar justicia para ellas.

REFLEXION DE LA COMPAÑERA  DE EDUCACION (ATE), ELLE ARACELI.

Secretaria de Género y Diversidad